Thursday, April 17, 2008


ABIERTA LUZ
Abren puertas las palomas al encuentro esperado. Llega Abril tan blanco que hace que nieven besos de los almendros mientras el sol se abre paso a golpe de caricias sin recato. "Abril es el mes más cruel", decía T.S. Eliot. Quizá. A veces. Como todo, como todos. Como la crueldad bellísima del vuelo de los pájaros. Como el amanecer, que regresa hecho niño después de las inocencias perdidas cada día. Abril de pies descalzos que vuelve como un nómada arrepentido. Ese Abril esperado como agua de Mayo. Abril sin más. Espacio para el olor a lilas y para el frío irónico que pone por sorpresa un trocito de viento helado entre tus dedos. Irrumpe la lujuria de la luz y arrincona letargos. Aunque lejos aún, ya se vislumbran las cigarras que hacen arder la siesta y los grillos voraces que se comen cada trozo de luna que cae sobre la hierba. Encrucijada de la piel y gozo de tormenta. Sentir Abril con todos los sentidos, con más de cinco y seis ¿a qué contarlos? Mejor nombrar la luz, para que vuelva.