Saturday, September 15, 2007


CON EL VIENTO
A veces la ausencia puede sentirse con una fuerza superior a la de la gravedad. A veces el dolor pesa y parece sujetarnos al suelo. A veces el corazón, ágil incertidumbre sin descanso, se hace plomo en el pecho. Y nos posee una infinita nostalgia de las alas. Y los pájaros son ese sueño cercano e inasible de crueldad bellísima. A veces pasan esas cosas. Entonces puede ser el momento de convertir al viento en aliado.
Aprendí a amar el desorden del viento y a entregarle mi pelo en ritual arcaico. Me ofrecí a su caricia y a su furia: testigos son acantilados nórdicos y las humildes hojas de las plantas. Con el viento fuí entendiendo esa dura lección del desapego, ésa de amar las cosas sin querer poseerlas. Con el viento supe del vértigo y del miedo al vacío. Y sólo así supe que podía vencerlos.
HAIKUS DE LA AVIADORA
Se enciende el tiempo
despiertan los motores
arde el silencio
Luz que se eleva
como plata en las alas
ángel de tierra
Músculo y viento
indomable caricia
guerrera al vuelo.

31 comments:

Javier Galarza said...

que buena integración entre cuerpo y máquina (pienso en deleuze) y la adaptación del formaro haiku a un hoy hecho de vértigo.
pd: me gustó mucho tu lectura del poeta guia, holderlin.

Enrique de Santiago said...

Que bello suena eso de "ritual arcaico" El primer texto es tan poético como el poema que le sigue,
me parece estupendo celebrar la chilenidad con estas entregas y aprovechando los momentos libres para engrosar el patrimonio.
Tus trabajos lo serán
Enrique

Ana di Zacco said...

He ido en avioneta y en planeador. Este último me pareció más inefable por el brutal enfrentamiento con la verdad de que somos pequeños mosquitos en las manos del viento. Verdades de esas que sirven para comprender cosas que luego no saben explicarse, como sentir ese mismo viento en el cabello (si es con sol, para mí mejor). Bueno, no sabré yo, porque tú lo haces de maravilla, Quantum.
Un beso fuerte.

fgiucich said...

La sensación de libertad que da sentirse ave y dueño del viento, debe ser algo incomparable. Un texto para pensarlo, como siempre. Abrazos.

coco said...

Querida, por si acaso, nunca salgas sin paracaidas.

El Toro de Barro editorial said...

Hay en la Biblia un pasaje en la que se nos dice que "no esta hecha la luz del celemín para alumbrar debajo de la mesa". Muchas veces gustamos de sacar el celemín, creyendo que mostramos lo que "somos", cuando en realidad lo que dejamos lucir es lo que tenemos. Somos como esas mujeres ocultas bajo un burka: una belleza escondida tras los vestidos de lo que poseemos. Y Nadie parece ofrecérsenos en su mismidad, nadie. Decimos amar, cuando lo que tenemos es un miedo enfebrecido a perder lo que amamos.
Cuánto dolor nos "pesa" en el corazón por no haber hecho uso en su momento de esa sabidúría que nos induce a "amar las cosas sin querer poseerlas". Cuánto...

Mandarina azul said...

Los acantilados nórdicos también fueron testigos de mi encuentro con el viento. Cómo disfrute de esos días, Zipi querida. Me sentía un punto minúsculo en una inmensidad y eso me encantaba.

Preciosos tus haikus de la aviadora. Pero te diré algo: tú eres escritora de tierra, mar y aire.

¡Un beso!

Sintagma in Blue said...

Ver volar tus palabras es como compartir el mismo vértigo.

hera said...

La dura lección del desapego...amar las cosas sin desear su posesión....y la metáfora del viento unida al miedo al vértido del vacío...mucho querida amiga y muy bien ensamblado.
Abrazos

UMA said...

Aùn me encuentro demasiado atada a los miedos, supongo yo...pero siempre tienta el vèrtigo y ¡el deseo vence al miedo' asì dicen.
Preciosa forma, Quantum.
Una alegrìa verte cabellos al viento;-)

El Toro de Barro editorial said...
This comment has been removed by a blog administrator.
El Toro de Barro editorial said...

"Sólo quien es capaz de soledad puede convertir el agua en vino". Cuando leía de nuevo tus palabras tantas veces redentoras, se me ha venido a la cabeza este sabio aforismo de Ángel Crespo. Pero hoy, no sé por qué, nada -ni siquiera tus palabras- parece conjurar los silencios que ha dejado la noche, ni este cansancio del espíritu...


Carlos

Isabel Barceló Chico said...

Muy bella la lección que aprendiste del viento. Una prosa fascinante y veraz. Saludos cordiales.

Abril Lech said...

Como lo se _el peso de la ausencia y su relación directa con el peso grávido del corazón que pesa sin remedio- sólo me permito llorar silenciosa ante tu escrito Que "toro de barro" acentúa con su comentario.
Un desapego cercano a la resignación, vivido como aprendizaje porque el amor -o lo que fuera se le parece tanto- nos ha obligado.
Hay noches en que -sin recurso poético alguno y sencillamente con la sinceridad ariana que inevitable me rige- mandaría al diablo la sabiduría del desapego para aferrarme a una piel que ya quisiera enteramente mía de la manera mas egoista que se te ocurra.
Pero bue, digamos que una es "sabia" y se la aguanta :-)
(Lo último fue un guiño para obligarme a mi misma a sonreir, porque al fin y al cabo, es lo que hay)

La foto me puede. ¿Eres?

Cristián Arregui Berger said...

El desorden del viento
ordena

la vacuidad del vacío
llena

fractal said...

Definitivamente, el viento me voltea, justo cuando intento convertirlo en aliado, a saber porqué.
Después, la dura lección del desapego (esta sí la tengo bien aprendida) me devuelve a ras de suelo.

En fin, tu post tiene mucha fuerza, y yo...
..yo me voy a la cabina del piloto ¡A volar!

luks said...

es cierto
el viento al fin desbarata, como dicen.

un vuelo para mi, entonces.

salute, quantum.

Ángel Fondo said...

Ahora que el viento se llevó a otro lugar el eco de mi menguada vitalidad, y aún teniendo presente en la mente la continua presencia de su ausente sonrisa, vivo el pequeño desgarro que surge al desviar la vista hacia el lecho vacío.
Pero tú, mi querida Quantum, consigues plasmar impresiones que tan sólo son bruma en desorden, las ordenas y así serenas con su esencia el espíritu intranquilo. Casi alcanzo a ver como tras la ventanilla del aeroplano el viento se funde en espuma con el familiar océano.
Besos cómplices, para que siempre te acompañen.

propenso said...

viva volar. Lo hice cuando niño y nunca más. lo deseooo
adios

Ana di Zacco said...

Veo que el otoño aterriza crítico para algunos. También veo últimamente cierta tendencia global a la hibernación, al frenazo (conste que me incluyo). No importa, todo es cíclico, se acercan los fríos calentados globales, pero fríos tradicionalmente hablando.
Estaremos aquí de cualquier modo, lo sé, con o sin vientos, pero juro este invierno acordarme de todos vosotros cada vez que el viento me de en la nariz.
Besos solidarios.

DjPixel said...

Me dan miedo las alturas, recien subimos a un cerro, en la sierra de cordoba argentina, iba con los ojos cerrados para no ver el vacio, je...

Muaaaa.

leonardo asimov said...

volando sobre ríos y llanuras
con visiones negadas para el común pedestre
las delicadas manos controlando
los fluidos diversos y las alturas
en complicada mezcla de habilidades y atenciones
mira ella hacia dentro y hacia afuera
y a la vez que vuela, vuela.

Fuera de sí por la emoción del viento
abrazada al peligro para evitarlo
piensa ella en poemas
que rezuman rugido de motores
piensa ella en su cuerpo
tibiamente asido a palancas complicadas
tiernamente enlazado entre los dos mundos
mecánico y espiritual
prosaico e imaginativo
carnal y vacío
tan cerca pero tan lejos
tan pleno de la bella ilusión que ha despertado
en otros hombres y mujeres
que recrean su vuelo soñando que son parte de sus labios
que son parte de sus ojos
que han despegado también gracias a ella,
capitana del ala soñadora.

Imagine Photographers said...

Con que facilidad y belleza describes tus sensaciones...te envidio un poquito :). Conozco y he sentido el viento en muchas ocasiones y la verdad es que te hace sentir la existencía con gran fuerza quiza la misma que utilizas para domarle.
Besos

Alejandra Dening said...

WOW! Tu prosa poética me gusta mucho... armas unas imágenes increíbles... besos!

El detective amaestrado said...

PESE A MI AEROFOBIA, DISFRUTÉ DE TUS PALABRAS CON ENVIDIA

Santiago Paz said...

Aca, en primavera, los dias son soleados y a veces, con un viento muy frio, y agradable. dan ganas de ser volantín, pájaro o un sencillo pedazo de papel.

Dan ganas de volar.


Beijos, querida.



atte:
Paz

meridiana said...

Así es como en nuestros sueños, volamos, remontamos precipicios, hondonadas, rasantes, hechos a imagen y semejanza de lo que alguna vez fuimos, sobre esta tierra, creaturas de los dioses idos.

Muy bueno tu blog (adhiero a la entrada de Hölderlin que tanto gustara a J.G.)
Te hemos linkeado

Saludos
Lilián

Abril Lech said...

Hola Quantum!!!

Pasé para cerciorarme que habíamos llegado a algún sitio montados en este avión en el que nos conduces con tanta maestría.
Pero veo que aún estamos en vuelo.
Nunca se bien, en estos casos, si alegrarme o comenzar con las señales de humo.
Tú dirás.

Besos, de primavera...

Princesa Dariak said...

Una frase que casi siempre digo cuando no sè que depararà el futuro es: dònde me lleven los vientos...
Al fin, como guerrera, soy tambìen un ave de tempestad...

"entregar el pelo con ritual arcaico"; "amar las cosas sin querer poseerlas"; "luz que se eleva como plata en alas de angel...". Realmente metàforas que muestran tu exelente y unica calidad como escritora.

abrazos de luz.

Natalie Sève said...

Muy hermoso Quantum! comparto tu visión alegre del viento y su desapego inherente, incluso he escrito una serie de poemas titulados "Aéreos" inspirados en caídas libres, pelos desparramados, plumas que descienden y tesoros encontrados en vuelo.
Un gran abrazo para tí, un gusto leerte como siempre.
Natalie.

Bambola said...

no puedo pensar mi vida sin volar...
besos :)