Tuesday, November 28, 2006

ESO TE PASA POR NO TENER ALAS

Me quedan diez minutos para llegar puntual a la cita y el tráfico es, como de costumbre, tan indiferente a mis prisas, que decido cambiar el camino más directo por un laberinto de calles estrechas con la esperanza desesperada de escapar a un destino de impuntualidad que se presenta ineludible. Al amable taxista le parece buena idea porque "a esa hora no debería haber problema por ahí". La primera calle es tan estrecha que, para evitar roces con los coches aparcados y algun que otro viandante, no podemos avanzar a más de diez kilómetros por hora, lo que contrasta de forma inmisericorde con la velocidad de mis pulsaciones.

No hemos recorrido trescientos metros cuando noto, incluso moviéndonos tan despacio, que vamos más despacio todavía, mejor dicho, que nos hemos parado. Tras soltar los improperios de rigor, aquél en cuyas manos está mi futuro ya no tan inmediato me comunica que se le ha desprendido el parachoques. Salgo del taxi decidida a abandonar al pobre hombre a su suerte y marcharme con el primer taxista dispuesto a rescatarme, anque no sin antes pagarle y decirle eso tan oído en el cine de "quédese con el cambio".

Al poner el pie en el suelo (es un decir) un charco tipo piscina lo cubre hasta más arriba del tobillo. Lo siento más por el zapato que por el pie: tan nuevo (el zapato), tan bonito como el pie (perdón por la coquetería, pero es que tuve un día muy malo) y bastante menos resistente.

Por la calle de mis angustias no pasa un solo taxi. Bajo a toda prisa hacia una calle más concurrida, pero allí los taxis, cuando no están ocupados, son invisibles. Busco el móvil en mi bolso para explicarle mi situación a quien ya me debe estar esperando. ¡Horror! ni rastro. Pienso que se me ha debido caer en plena vorágine de calamidades mientras me ilusiono con la idea de haberlo olvidado en casa. No me queda otra que andar a toda velocidad, llámese también correr, sobre unos zapatos pensados para lucirlos sentada y con las piernas cruzadas. Empieza a llover. Sigo a toda velocidad mientras me echo la culpa de todo, "eso te pasa por no salir una hora antes", "lo del móvil es típico de ti", y cosas por el estilo. También pienso cosas tipo "no se lo va a creer cuando se lo cuente", o algo más perturbador como "cuando llegue ya se habrá ido".

La distancia se me hace interminable. Mi querida ciudad es ahora mi peor enemiga. Desvarío: "eso te pasa por vivir en una ciudad tan grande". He de cruzar varias calles: los semáforos en rojo se confabulan para seguir así, con lo que a mí me ha gustado siempre ese color. Ahora una zanja aparece como mi mayor herida abierta, tengo que bordearla por un camino absurdamente largo. Ya no puedo más. Pienso en tirar la toalla, es decir, quitarme los zapatos, sentarme en un portal y dejar de pelear con la inquina de las cosas. Pero sigo. Deprisa. Ya, ya casi estoy ahí. Ya llego.

Llego con el cuerpo y el alma empapados. A la entrada de la cafetería, una última(o penúltima) crueldad: un espejo situado estratégicamente para mostrarme que mi aspecto es lamentable. Entre la mujer que salió de casa no hace tanto y la que ahora veo hay al menos tres siglos y cuatro estepas rusas.

Bien. Vivo para contarlo. En cuanto al desenlace, lo hubo, desde luego. Pero, al menos ante mi ordenador y en este momento, prefiero los finales abiertos. No tengo alas, pero la imaginación, ya lo sabéis, da mucho juego.

39 comments:

Sintagma in Blue said...

Como ya sabía Santa Teresa, "la loca de la casa" es así.

(besos)

Seoman said...

Menos mal que tenemos imaginacion, la cantidad de cosas que no podriamos llevar a cabo.
Un saludo

fgiucich said...

Será que el taxi, los charcos de agua, la pérdida del celular, no se habrán confabulado para que no llegues a la cita? A veces ,al destino le gusta jugar con nosotros. Habrá final? Abrazos.

El detective amaestrado said...

Lo importante es que tuvieras algún sitio que te apremiara tanto para llegar...

UMA said...

Conservo la esperanza que quien sea, fue capaz de esperar(te), que el aspecto adquirido luego de la travesìa no haya sido motivo importante alguno, y que despuès: un gran disfrute.
Te dejo mi abrazo en medio de la peripecia.
Besazos, Quantum, amiga tan querida.

Ángel Fondo said...

Tendrías que haberme dado un grito y hubiéramos usado las mías
Ah...
te encontré encantadora desde el otro lado del espejo,
además te imagino ante el semáforo pensando en color y abro la sonrisa, te la regalo, ya es tuya. Ves que fácil
¡Que ratito más bueno! Quiero más.
Besos en rojo para ti y azul para nuestra querida amiga…la rubia de arriba.

Abril Lech said...

Quantum,
Quantum!
¡Quantum problemun por el traficummm! Jejeje
Me río porque esto que cuentas es así, tal como lo relatas, y hasta puede agravarse dependiendo en forma directa y absoluta con la importancia que tiene la persona que nos espera en el bendito café.

Por suerte juego a intuir que la persona llegó tarde como tú, tal vez incluso después. El tránsito tiene una regla general que casi siempre la gente olvida: nos rige a todos. Es probable que te retrasase a ti tanto como a...

¿Quién era el "esperador"? ¿O la "esperadora"?

Intuyo que no el artesano. En un café con las manos embarradas, hummm, para charlar sobre el tiempo? Hummmm

Se me hace que la cita tardía era de trabajo, hay una urgencia de enojo en el relato que refiere mas a poca eficiencia que a temor de que no nos esperen.

¿Qué amante no espera?
¿Qué hombre maravilloso no se delita en la espera que lo hace desear aún mas el encuentro?

Y por último:

¿Para quién se pone una mujer unos zapatos destinados a ser lucidos con las piernas cruzadas (cerradas y clausuradas) y no para ser arrojados al techo?

¡¡¡Con una relación laboral!!!
(O similar)Jejeje

Me encantó muy especialmente esto:
"Entre la mujer que salió de casa no hace tanto y la que ahora veo hay al menos tres siglos y cuatro estepas rusas."

Ese es exacto el sentimiento, muy bueno! Besos!!!

Haller said...

Dijo el sabio alguna vez...

- "todo lo que pueda salir mal...saldrá mal"

- "cuando todo esta mal...empeora"

Pero sobrevivimos. No está taaan mal, verdad?.

Saludos Q. "Golví"

Simplemente Olimpia. said...

Tarde? nunca es tarde si la "dicha" es buena, :) eso dicen,...sabiendo que sabrás perdonar mi falta de rigor por no anunciarme...
Me ha encantado tu períplo...!!! demasiado ostigamiento con tantas frases entrecomilladas!!! jajaja una flagelación innecesaria.
Mi beso anudado. Olimpia.

ecasual said...

No hay que dejar las alas en casa.

Abrazos

Abril Lech said...

Tengo intriga, mucha intriga...
¿me dejarás con ella?

DjPixel said...

Por eso no manejo, desde hace cuatro años que no renuevo mi permiso de manejo, no me gusta el trafico y hay otros que manejan muy feo...


Muaaaaaa.

DjPixel said...

Yo por eso no manejo, desde hace cuatro años que no renuevo mi permiso de manejo, soy muy desesperado y aparte muchos manejan sin respeto...


Muaaaaaaa.

quantum said...

Sintagma,
Además, me gustan las casas con loca dentro.
beso de loca a loca y tiro porque me toca

quantum said...

Seoman,
que la imaginación nos salve. Gracias por tu visita.

quantum said...

Figiucich,
pues sí, sabio amigo. Quizá lo que llamamos casualidad no sea otra cosa que aquello de lo que fuerzas mayores se valen para...bueno, ellas sabrán para qué.

quantum said...

Detective,
Amaestrado o no, la tuya es una conclusión de maestro (si ya te lo vengo diciendo...)

quantum said...

Rubia amiguísima,
gracias, ma prochaine, por ese abrazo tuyo en medio de la peripecia. Y no, el aspecto adquirido no fue motivo importante alguno ;-) ¿serían tus buenos deseos?
Besazos para ti y siempre cerca, que un océano no es nada.
Y ya sabes donde estoy.

quantum said...

Ay, Robin, Robin ! Cómo no se me ocurrió?
Pero sé para otra vez que cuento con tus alas.
Ya sabes que por alguna razón oculta( al menos para mí) no tengo manera de poder comentar tu último poema, pero sigo en ello y a golpe de ratón( el pobre).
Gracias por esos besos en rojo, me dan alas( parezco un anuncio).
Seguro que a la rubia de arriba le gustaron los azules.
Un beso que no hay semáforo que lo detenga.

quantum said...

Abril,
Cómo me gustaría poder tomar un café o un mate contigo y contarte todo esto y tantas cosas! Como en algun momento dijiste, parece en realidad que ya lo hemos hecho, que llevamos conversando tú y yo muchos abriles.
Gran intuición la tuya, ya lo creo:
cuando llegué, ni rastro, y cuando salí del café con toda mi derrota a cuestas....alguien corriendo detrás de mí ¿adivinas quién? Y no, mi intuitiva amiga, no era el artesano.
Estupendo eso de "qué amante no espera?" y lo de los zapatos...cómo me he reído con ello.
Ay, que buen rato contigo.

quantum said...

Haller,
pese a esa peripecias y pese a esos sabios, como tú dices, sobrevivimos. Y además vivimos.
No dejes de golver.

quantum said...

Olimpia,
No sólo puedes venir sin anunciarte, sino que puedes pasar sin llamar.
Siento la flagelación. Suelo ser pacífica, pero cuando se me escapan las comillas... jajaja
Bienvenida de vuelta

quantum said...

Hormiguita,
tienes razón. No se puede ser tan olvidadiza.
Besos

quantum said...

Cinque,
mejor así. No te me pongas en peligro, que pocos tienen la suerte de que les espere una princesa.
Muaaaaa para dos.

UMA said...

Me alegra leerte, Quantum, y si, los azules, muy mìos de nuestro amigo me han venido muy bien.
Besazos a ambos!

quantum said...

Rubia!!!
qué alegría me das. Ya sabes que esta casa es tuya ¿qué te apetece tomar?
Besos de colores. Muchos.

Abril Lech said...

¡Qué placer Quantum!
Leer tu respuesta es un placer...
Y saber que al fin y al cabo era una amiga más aún...

¡Bendito tráfico!
Hoy he recorrido la ciudad tantas veces que puedo decir sin dudar que lo que mejor se hacer es... manejar haciendo mil cosas a la vez para que el tiempo no se escurra...

:-) Para mí café...
Y depende la hora puede que una copa de vino tinto también...

Besos!!!

quantum said...

Abril,
Vino tinto gran reserva para ti.
Y muchos besos, guapísima.

UMA said...

Y se suele volver a los lugares donde nos sentimos a gusto...
Si si, cafè intenso estarìa muy bien
:)
Abrazo Quantum querida.

quantum said...

Pues café intenso para ti :) en este lugar que es nuestro, mi querida rubia: aquí compartimos ese cafè y tantas cosas.
Contigo, ya lo sabes.

La Marandua said...

absolutamente encantador tu relato, me hiciste reir y tambien por momentos mirarme en el espejo de una vivencia tan bien relatada, que da lo mismo que sea parte de la imaginación o no, es una vivencia REAL, por no tener alas jajajaj buenisimo!

tu amiga

P said...

oh no!!! finales abiertos nooo! que terrible.. y con tanta maestría en relatar, quedan ganas de seguir leyendo para rato :)

creo que si la historia hubiera estado situada en mi vida, quien esperaba se hubiera ido o estaría esperando en el café de la cuadra siguiente, al que nunca llegué por error de comprensión al planear la cita :S

Princesa Dariak said...

jajajaja... perdon por reir de tu desgracia, pero lo has contado con tanto humor..
"Entre la mujer que salió de casa no hace tanto y la que ahora veo hay al menos tres siglos y cuatro estepas rusas."

La imaginaciòn es muy fructifera en mi mente...

Un abrazo de Luz.

LATIDOS URBANOS said...

ja ja ja qué día no?, pero tiene mucha razón Haller con sus palabras...todos hemos tenido uno de esos "bellos" días, sobre todo con zapatos nuevos y que nos gustan mucho (son mi placer culpable ja ja ja)

quantum said...

Bienvenida Marandua, después de tanto tiempo. Tienes toda la razón con respecto a la realidad del relato, comparto tu visión de lo real.
Me encanta que vengas. Vuelve.

quantum said...

Mademoiselle p,
Gracias por esas palabras tuyas y por venir por aquí.Lo que dices con respecto a lo que te habría pasado a ti me recuerda a un grandísimo novelista de la fatalidad, Thomas Hardy.

Perdóname el final abierto. Mis brazos: abiertos para darte un abrazo.

quantum said...

Mi querida Princesa,
estupendo que te rías, un gran elogio. Riamos juntas, que la risa, ya sabes, une mucho.
Beso enorme para dos.

quantum said...

Latidos,
tiene razón nuestro común amigo, sí.
Me alegra tu vuelta.
Y sigue con ese placer culpable, que seguro que te sienta muy bien.
Que tengas muchos bellos días, pero bellos de verdad.

quantum said...

Ipnauj,
qué belleza la de tu comentario. Y donde hay belleza hay verdad.
Un gran saludo para ti también.